En el mundo hay más de setenta y cinco millones de niños entre los ocho y los quince años dedicados a multitud de actividades mal remuneradas y desarrolladas en condiciones de insalubridad.

De los pequeños oficios en las calles de Colombia a los sórdidos talleres de las metrópolis de Asia, el documental muestra cómo en los países pobres la miseria es la principal responsable del trabajo de los niños.

En Tailandia los niños son alquilados a terratenientes en pago de una deuda o a cambio de la simple alimentación. Muchas niñas pertenecientes a las tribus que viven en el norte de este país son vendidas por sus familiares y acaban en los prostíbulos de Bangkok. Igualmente en Tailandia el brutal espectáculo del boxeo infantil se ha convertido en una atracción turística más.

Cuarenta mil niños mueren diariamente en el mundo. Pero mientras en los países desarrollados -Japón o Suecia- perecen siete niños cada mil, en África mueren doscientos de cada mil. El programa muestra las escandalosas imágenes de esos niños que no tienen más que la piel sobre los huesos y señala que podría evitarse la muerte de cinco millones de niños al año con el costo de la fabricación de sólo una docena de sofisticados cazabombarderos.

La segunda parte del documental está dedicada a los gamines que nacen, viven y mueren, a veces acribillados a balazos por las fuerzas paramilitares, en las calles de Bogotá.